La reducción en la huella de carbono ha dejado de ser un cuadro a palomear en los planes a futuro de las empresas para hoy ser una acción medular en las cadenas de suministro y en los procesos de producción de compañías y fábricas comprometidas con la responsabilidad social y el cuidado del medio ambiente.
Desde la forma en que funcionan los hornos hasta la verificación de materias primas suministradas solo por proveedores con visión social. La producción sostenible llegó para quedarse y cambiar la relación de las empresas con el consumidor, stakeholders y el medio ambiente.
Tal es el caso de BASF y Henkel, que hoy unen fuerzas y se comprometen a reemplazar la materia prima de carbono fósil con materia prima renovable en la mayoría de sus productos europeos de Laundry & Home Care y Beauty Care de Henkel en los próximos cuatro años.
A través de la cooperación de ambas empresas, las 110.000 toneladas de materias primas fósiles se sustituirán por materias primas renovables, utilizando el enfoque de balance de biomasa certificado de BASF. Como resultado, Henkel reducirá su huella de carbono, y conseguirá disminuir, con sus marcas principales, alrededor de 200.000 toneladas de emisiones de CO2 en total
Este tipo de acciones también representan ahorros en el consumo de energía de las empresas y el fortalecimiento de su reputación frente a los consumidores que actualmente son más conscientes de la importancia de cuidar el medio ambiente y exigentes con la forma en que producen y proveen productos las marcas.
Por Daniel Dzib Argüelles con información de basf.com
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