Durante la década de los 60s, el alcalde de Chicago Richard J. Daley, se encontraba en la búsqueda de una solución para un problema de aguas residuales que estaban desembocando en el río, fue entonces que un miembro de la Asociación de Plomeros, Stephen Bailey, decidió utilizar fluoresceína para localizar el origen de donde provenían las descargas. La fluoresceína es un polvo orgánico de color naranja, donde se vacía el polvo y encuentra altos niveles de PH, se pinta de verde fluorescente.
Al ver lo atractivo que resultaba ver el color del agua, tuvieron la idea de teñir todo el río, para que sirviera de marco para la celebración del Día de San Patricio en la ciudad de Chicago, Illinois.
Luego de realizar un sin número de pruebas, llegaron a la mezcla exacta, misma que mantienen en secreto los organizadores del evento. El primer año en que hicieron esta práctica arrojaron 45 kilos de fluoresceína, lo que provocó que el río Chicago permaneciera con el aspecto verde por 7 días. Actualmente se utiliza un tinte vegetal biodegradable que hace que solo dure 5 horas.
Cada 17 de marzo, los trabajos inician a las 9 de la mañana las labores de vaciar un polvo naranja que es el responsable de teñir de verde el río Chicago, detrás de ellos en otro barco pequeño realizan olas para ayudar a dispersarlo por todo el río. Con esto se logra el espectáculo único que engalana una de las celebraciones más tradicionales en todo el mundo.

Por Javier García
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Muy interesante y magnífica solución aportada por un ciudadano.