El tema de la adhesión de pinturas líquidas y en polvo sobre superficies galvanizadas en caliente es siempre actual porque los pretratamientos varían completamente en la formulación, modificando así también la fase de reacción química en contacto con la superficie galvanizada, a su vez compuesta por óxido de zinc. Lamentablemente no siempre se forma homogéneamente debido a las diferentes velocidades de enfriamiento de la pieza tras la fase de galvanizado a alta temperatura (tradicionalmente la pieza se enfrió en un baño de cromado). Superficies metálicas galvanizadas
Para paliar esta falta de homogeneidad, uno de los métodos de tratamiento superficial más tradicionales era el granallado físico ligero con el objetivo de reducir y homogeneizar la capa de óxido que inhibía la total adherencia del pretratamiento en todos los puntos del soporte galvanizado. Es decir, se utilizaron ciclos químicos severos y onerosos, del tipo que se muestra a continuación:
- grabado ácido
- aclarado con agua desmineralizada
- enjuague alcalino
- nuevamente enjuague con agua demi
- activación de superficie
- fluorofosfatado con sales de zinc
- otro enjuague con agua demi
- pasivación con eliminación completa de posibles trazas de sales químicamente no fijadas mediante un enjuague adicional
- el secado.
Para reducir los costes de un ciclo como el aquí mencionado, se sustituyó entonces el decapado por únicamente un desengrase alcalino, aclarado y posterior tratamiento nanotecnológico aplicado por nebulización, reduciendo así etapas y desperdicios, con resultados ambientales y técnicos de notable calidad.
Superficies metálicas galvanizadas
En 2007, Nord Zinc resolvió así el principal problema del recubrimiento en polvo de sus materiales galvanizados en caliente, una solución que la empresa denominó “Método Triplex”:
- desengrase-decapado
- aclarado con agua corriente
- enjuague con agua desmineralizada
- tratamiento de “conversión” nanotecnológico
- enjuague con agua desmineralizada
- secado seguido de la aplicación de polvos de poliéster para exteriores (ciclo garantizado por 10 años).
Desde entonces, la búsqueda de una durabilidad cada vez mayor y el esfuerzo encaminado a la obtención de un residuo “cero” no ha cesado.
Según André Bernasconi (DN Chemicals), la forma de obtener las deseadas mejoras de adherencia mejorando los ciclos nanotecnológicos más consolidados en la actualidad es modificando la técnica de aplicación de la formulación nanotecnológica. Su nebulización en la fase de enfriamiento (utilizando, por ejemplo, el tanque de cromado preexistente) permite su total reacción con el soporte galvanizado, sin necesidad de aclarado posterior.
Superficies metálicas galvanizadas
La primera aplicación de la tecnología, que data de 2010 en la planta de la empresa De Lucchi (Trezzano Rosa, Milán, Italia), a la que se refieren las fotos aquí publicadas, confirmó las expectativas de mejora y resolvió definitivamente el problema sanitario del cromado, que se elimina por completo (la formulación nanotecnológica pasiva la superficie galvanizada incluso para aquellos usos donde no está prevista la aplicación posterior de pinturas).
En cualquier caso, siempre es recomendable realizar las pruebas de laboratorio previstas después de la producción y antes de enviar las piezas al cliente, utilizando la norma ASTM D 7803.
Con información de larivistadelcolore.com
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